Capítulo XIV. Las Elecciones catalanas del 14-F

Convocar las elecciones en plena tercera ola de la pandemia es una auténtica temeridad.

Yo votaré por correo.

Mi ideario político es el de Ciudadanos y estoy en sintonía con Toni Cantó y con Carlos Carrizosa, ahora bien, Ciudadanos tuvo 33 parlamentarios en el Parlament de Catalunya y ahora aspira, como mucho a 10 diputados.

El PSC presenta candidatura con un filósofo que ha convertido a España, con más de 90.000 muertos reales por causa del virus en uno de los países que peor han gestionado la enfermedad del covid19 en el mundo.

El PP volverá a hacer lo que siempre ha hecho en Catalunya: NADA.

Por lo tanto el único VOTO ÚTIL para los que nos gusta España y su Constitución (la menos mala de las posibles) es VOTAR a VOX.

Por lo menos los parlamentarios que salgan elegidos de VOX al Parlamento de Catalunya "les cataran las verdades del barquero" a la burguesa clase política catalana ahora reconvertida en separatistas.

No creo que se pueda hacer más que cantarle "las 40".

Catalunya ya no es lo que era, "se la han cargado los del Procés" y desde fuera de CAtalunya estarán encantados en que Catalunya se haya convertido "en una mierda pinchá en un palo".

Yo nací en Barcelona y me gusta Barcelona. Me hubiera gustado que Barcelona fuese "mejor" que Madrid. Antes lo era. 

La ciudad de Barcelona era más rica que toda la provincia de Madrid.

Ahora, la provincia de Madrid (y puede que sólo la ciudad de Madrid) sea más rica que toda Catalunya, incluidas las 4 provincias.

¿Por qué? 

Porque antes había políticos ilustrados (con carrera universitaria y experiencia en el mundo empresarial) que querían una Catalunya competitiva y rica.

Ahora, los políticos que tenemos son los ricos pueblerinos, propietarios de casi todas las tierras y casas del pueblo, pero que seguramente ninguno de ellos ha ido al colegio y son los CATetos i CATetas que no tienen "ni puta idea" de economía y de competitividad.

Si Catalunya fuese un día independiente cambiarían el catalán por el español para poder sobrevivir en un mundo global dónde se exige competitividad. Catalunya puede sobrevivir subvencionada dentro de España. Pero fuera de España, y sin estar subvencionada por el resto de españoles, se convertiría en una Albania. Y el catalán en albanés.