Capítulo XI. La INCERTIDUMBRE creada tras la Pandemia del Coronavirus

Los efectos graves del coronavirus en España comenzaron a conocerse en España en el mes de marzo del 2.020 y a fechas de cuando se está escribiendo este libro (enero del 2.021) todavía no se sabe nada de cuándo acabará… si es que acaba… porque muchas voces dicen que nos acompañará toda la vida…nada con CERTEZA se sabe.

INCERTIDUMBRE, INCERTIDUMBRE, INCERTIDUMBRE… qué tenemos qué hacer, qué no hacer… parece ser que nadie sabe nada…

El confinamiento parece ser que es lo único que se puede hacer. En China ya se hace una vida normal…

¿Qué pasa en Europa? ¿Por qué somos los “campeones” en contagiarnos de covid?

No se sabe (o no nos dicen) el origen del virus.

Cuando los Gobiernos de los países no disponían de suficientes mascarillas para sus ciudadanos nos decían que las mascarillas no nos protegían ni servían para nada… ahora que las “hay a patatas” y dónde son más caras es en España, pues que son obligatorias, y que aunque no protejan lo suficiente hay que llevarlas y debemos acostumbrarnos igual para siempre…

Para no convertirnos en el país del mundo con mayor número de muertos por número de habitantes no se contabilizan como muertos a los que no se les ha efectuado una PCR (que no las había ni las hay) o por miedo a contagiarse al hacer una autopsia para conocer los motivos de la muerte… y muere mucha gente que, aunque no directamente por coronavirus, de otras enfermedades que no se pueden tratar al estar colapsados los hospitales y por falta de personal sanitario, al estar contagiado ( o no) y estar en sus casas de baja.

En un principio dijeron que muchas residencias se encontraron con falta de personal sanitario en las residencias de ancianos, muertos y abandonados… luego, seguramente por cuestiones de no crear la llamada “Alarma Social” dijeron que no, que no había desertado (por miedo, comprensible) personal socio-sanitario… lo cierto que, aunque no todas, muchas muertes se hubieran podido evitar si se hubiesen hecho mejor las cosas… pero claro, con un filósofo y un cliente de Calleja… al frente… ahora candidato de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya… pues pasó lo que tenía que pasar…

El 14 de Febrero son las Elecciones de Catalunya…. Pero si no se pueden celebrar… que hará el Ministro? Volver a ser ministro o quedarse sólo con el “sillón” de candidato?

¿Por qué ningún periodista le pregunta al filósofo si se suspenden las Elecciones de Catalunya que eligirá? ¿Ministro o Candidato?

Continuará…