Capítulo IV. Las Conspiraciones
Las conspiraciones están hoy día de moda. ¿Por qué? Porque, para mi, son los cortafuegos que utilizan los Gobiernos y las Administración Pública, a través de sus medios de Comunicación (el PSOE a través de El País, La Generalitat de Catalunya a través de La Vanguardia, es decir, de los periódicos del “Movimiento”) para quitarse responsabilidades y exculparse, de una manera inteligente, de errores propios, “inventándose” historias falsas para introducir al ciudadano el pensamiento de que los Gobiernos propios es “lo menos malo” que le puede ocurrir, en frente de la posible alternativa, si es que la hay…
Seguramente habréis oído de la “conspiración” de que el
atentado a las Torres Gemelas del 11S fue ideado por el propio Gobierno
americano para derrotar más fácilmente al Terrorismo, al otorgar los ciudadanos
más Poder a los Gobiernos para que la lucha contra del Terrorismo sea más
efectiva.
Ahora, de lo que se trata es saber qué “élite” puede
estar detrás de esta Conspiración. Personalmente, creo, que serán los propios
Sistema de Inteligencia de los Estados Unidos de “inventarse” esta versión “tan
absurda” que incluso pueda convencer a los ciudadanos más resistentes a creer a
su Gobierno que no puedan “tragar” esta mentira e incluso convencerlos de que
“ellos” (sus Gobernantes) son lo menos malos.
¿Otra conspiración? Los negacionistas, es decir, grupos
de personas que niegan que exista el virus y que es un invento para que los
Gobiernos de turno impongan controles más estrictos sobre las libertades de los
ciudadanos. ¿Qué élite puede estar detrás de esta conspiración? Pues puede
haber varias, incluidas las del propio Gobierno, con criterios muy parecidos a
los dichos sobre el atentado del 11S.
¿Otra conspiración? La historia inventada de 1.714 sobre
Catalunya para facilitar la independencia de Catalunya.
¿Qué élite está detrás de ella? La burguesía catalana a
través de todo su abanico político: Convergencia (la extrema derecha), Esquerra
(los propietarios de las tierras) y la CUP (la extrema izquierda), es decir la
élite del radicalismo catalán.
Tras el hundimiento de Catalunya y el descarrilamiento de
la locomotora de España por el lastre del catalán y las actitudes supremacistas
había que inventarse una historia para poder sobrevivir a las demandas y
denuncias judiciales derivadas de la Corrupción generalizada del 3% del
nacionalismo catalán.
Afortunadamente, al ser derrotado el Golpe de Estado del
Puigdemont i la Forcadell del 1-O, del mismo modo que lo fue el de Tejero del
23-F, la élite de la burguesía catalana que adoraba a Franco cuando estaba vivo
y lo detestaba a partir de su muerte, al no triunfar su Golpe de Estado, quiere
decir que también se ha hundido y es una élite finiquitada.

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